Un memorial para los y las universitarias asesinadas
Texto y fotografías: Carlos Ernesto /Festivales Solidarios /El Colectivo
Según la definición de “memorial”, significa un acto o monumento con los cuales se homenajea a una persona o más personas, y precisamente eso fue lo que sucedió en la Plaza de los Mártires de la Universidad de San Carlos de Guatemala, el pasado viernes 30 de octubre.
Se develaron 5 placas metálicas con los nombres de casi 800 estudiantes, investigadores, docentes y trabajadores pertenecientes a la comunidad universitaria que fueron asesinados/desaparecidos desde la década de los 60´s hasta mediados de los 90´s del siglo pasado, asesinados por esbirros estatales que respondían a las ordenes de las dictaduras militares y civiles que gobernaron de facto a Guatemala en el marco de la guerra.
La actividad fue organizada por varias personas que desde el siglo pasado han dedicado su vida a luchar porque Guatemala sea un país y una sociedad democrática, una de estas personas es Jorge Arriaga ex-militante universitario que estuvo organizado en los años 70´s con la agrupación estudiantil Frente, a la cual pertenecía también Oliverio Castañeda de León, otro estudiante asesinado por su liderazgo y posicionamiento crítico frente a las dictaduras. Arriaga nos manifestó que fueron años de investigación y un trabajo de hormiga en el que muchísima gente colaboró y aportó para que este Memorial se edificará.
Al acto asistieron autoridades universitarias, comunidad estudiantil, familiares de los asesinados/desaparecidos, ex dirigentes del histórico movimiento estudiantil, así como organizaciones sociales que trabajan memoria histórica en el país.
La otra cara del Memorial, la “toma”
Pero como todo acto humano, la develación del Memorial también generó que estudiantes y ex-estudiantes de la Universidad Nacional, se organizaran para manifestar con pintas y fotografías empapeladas de Mauro Calanchina el descontento y sobre todo la exigencia a las autoridades universitarias para que el Memorial no solo sea un acto simbólico sino que vaya más allá y sea un acto de justicia y sobre todo, de dignificación y reparación para las familias de las y los universitarios asesinados por los regímenes dictatoriales de la guerra.
Y es que éste acto de honra y memoria, sucede en el marco de una toma estudiantil de varios edificios universitarios por estudiantes que exigen transparencia y el cese de préstamos millonarios para el funcionamiento de la casa de estudios[i], por lo que las y los estudiantes de “la toma estudiantil” y la junta directiva de la Asociación de Estudiantes Universitarios, AEU pintaron y colocaron mantas en símbolo de protesta hacia la administración del Rector Murphy Paíz, acusado por la comunidad estudiantil de agresiones sexuales y de corrupción en su gestión.
Las y los “Mártires”
Familias enteras de las y los asesinados asistieron con fotografías de los universitarios, a manera de homenaje y encuentro con el Memorial, encuentro que por muchos años ha estado pausado para muchas de las familias porque el ciclo de duelo aún está cerrado, debido a que muchos de los cuerpos de los asesinados siguen sin aparecer y éste memorial les brinda un espacio simbólico en el cual pueden ofrendar flores a sus muertos.
Son más de 800 los asesinados por los escuadrones de la muerte, la Policía Nacional, el Ejercito y esbirros que obedecían las instrucciones de los dictadores más sangrientos que ha visto Guatemala, asesinados bajo el pretexto del anticomunismo y la barbarie que caracterizaba a los gobiernos déspotas de la época más oscura del país.
El bochorno para el Rector
Las palabras del Memorial estuvieron a cargo de Isabel Choxom, Betty Florian, Jorge Arriaga, todos discurso potentes cargados de memoria, también habló el secretario de la Universidad Carlos Alvarado Cerezo, la secretaria de la AEU, Laura Aguiar y después de ella debía hablar el Rector, Murphy Paíz, pero este no lo hizo debido a varios abucheos y al discurso de la secretaria de la AEU al increparle su falta de compromiso con las problemáticas que vive la comunidad estudiantil y la memoria histórica, pero la frase más importante y potente de Laura Aguiar fue la siguiente “las palabras que sucedan después de mi (se refería al Rector) sean compromisos con los mártires y los estudiantes y no palabras ala aire), luego de esta intervención, con evidente nerviosismo la maestra de ceremonias se saltó el punto en donde debía hablar Murphy Paiz y pasó inmediatamente a la develación de las placas memoriales. Al momento de bajar el Rector (rodeado de decenas de guardias de seguridad, mujeres guardaespaldas y hombres vestidos de negro, a la usanza de los fascistas italianos) las y los estudiantes con mantas en mano y colgadas desde el techo del edificio de Rectoría le increparon con consignas y gritos al Rector que dejarán de utilizar la memoria como un acto de propaganda a su rectorado y que también dejará de criminalizar a las y los estudiantes que tienen tomada el campus central de la Universidad. Minutos después de cierta tensión el Rector decide abandonar la Plaza de los Mártires, rodeado de las decenas de personas que organizaron una paree de cuerpos, en su mayoría mujeres, para “proteger” al Rector, huyendo del lugar se sube a su vehículo escoltado de sus huestes protectoras, demostrando así que es un Rector que no tiene el apoyo popular estudiantil ni de la sociedad.
Pero a pesar de eso, la Memoria fue el actor principal el día de la develación del Memorial, recordando así que la Memoria Histórica la construyen las y los familiares de los asesinados, los estudiantes, las organizaciones sociales y colectivos que trabajan la dignificación de las víctimas de la guerra en Guatemala.
“Sólo la Memoria avanza, nunca el olvido”. Mijaíl Bajtín.
[i] https://medium.com/@festivalessolidarios/una-toma-de-la-usac-en-tiempos-de-pandemia-a5015176bd18
