
Las abuelas valientes, en medio de la impunidad de una sentencia.
Texto: Vanesa Ordóñez y Lucia Ixchíu
Fotografías: Vanesa Ordóñez.
8 años han pasado ya desde la sentencia histórica donde las abuelas cambiaron el curso de la justicia colonial en la finca llamada Guatemala. Las quince abuelas valientes que rompieron el silencio, el miedo y terror de la guerra patriarcal colonial que sigue sin irse del todo de sus casas, de sus tierras y de la región. Esta sentencia histórica cambio la forma en la que estas mujeres eran vistas en la comunidad. Cambio la historia para todas las mujeres indígenas en el país y el mundo.


Awinaleb la comparsa del nietos y nietas de las abuelas abrieron la marcha con tambores y cantos, con arte vencieron el miedo impuesto por la dolorosa huella de la guerra. Caminaron bajo el sol durante la mañana para en medio de la plaza agradecer al fuego y en una misa agradecer la justicia acompañados de la energía del Waqib´ K´at.
Con máscaras emplumadas de pájaros en el rostro los niños de la comunidad, artistas y zanqueros tocan instrumentos elaborados con materiales naturales que se han realizado para conmemorar la lucha de las abuelas el recorrido se da por toda la comunidad hasta llegar al sitio que han denominado altar de la memoria donde se encuentran los restos de quienes fueron masacrados. Con Bailes y oraciones les rinden un homenaje.


Las abuelas de Sepur Zarco son las semillas del territorio que han tejido lucha y justicia para forjar la fuerza de la voz de sus nietos de sus hijos, de sus desaparecidos. De las abuelas sobrevivientes, dos de ellas después de 8 años han fallecido y 5 tomaron viaje a la capital para que vuelvan a escuchar sus peticiones y exigir el cumplimiento de las medidas de reparación que aún siguen ausentes.
Se respira memoria y lucha, los estudiantes de magisterio de la comunidad, familiares y vecinos de la comunidad acompañan a las abuelas en la Caminata alzando la voz con diferentes consignas “aquí están los nietos, donde están nuestros padres” las flores y los colores del arte abrazando la resistencia.
Desde horas de la madrugada las mujeres de la cocina trabajan para preparar la comida, pues siempre para estas fechas llega mucha gente a la comunidad, el humo entra y sale por todos lados, los tayuyos comienzan a cocerse en las ollas de barro. Mariano levantado ya desde temprano organiza como siempre el programa y a la comunidad para celebrar la vida, para recordar que la justicia la construyen los pueblos desde abajo.
