Equinoccio de Primavera
Texto: Juanita Ovalle — Fotos: Carlos Ernesto Cano
El 21 de marzo es el día del equinoccio de primavera (en el hemisferio sur, inicia el otoño) y es esperado por miles de personas en muchas partes de América. En varios sitios sagrados que, construyeron nuestros ancestros hay vestigios arquitectónicos desde donde puede registrarse la trayectoria del sol que han sido edificados para señalar fechas y eventos del ciclo solar.
Los pueblos originarios practicantes de la espiritualidad maya esperamos este día como un punto importante que marca el inicio de las siembras. Podemos apreciar que la órbita que sigue la tierra alrededor del sol no es totalmente circular sino elíptica, así como la tierra no tiene los polos iguales, sino que los grados de inclinación hace que tengamos estaciones y la variación en la duración de los días y las noches durante el año.
En los templos de nuestros antepasados, según cuentan, se puede observar una serpiente luminosa que forman las gradas al ser iluminadas por el sol justamente en ese día.
En el área Kaqchikel se le llama a esta serpiente, K´uq´umatz, la serpiente emplumada, que baja del espacio a fertilizar la tierra y en muchos de nuestros pueblos mayas en esta fecha, se conmemora el acontecimiento con fiestas de ceremonia, bendición de las semillas y permiso a la Madre Tierra; al día siguiente la gente sale a sembrar.
Es el día más largo del año, en este día es cuando la duración de la noche es exactamente la misma que, la duración del día y la duración del día continua creciendo hasta llegar a su máximo esplendor, cuando se celebra el día del solsticio.
Luego el día empieza a disminuir, en el equinoccio del otoño, o sea en septiembre, la duración del día llega a ser igual otra vez que la duración de la noche y sigue disminuyendo hasta llegar al solsticio de invierno el 21 de diciembre, en ese día la duración del día llega a su mínimo y entonces empieza nuevamente a crecer y se repite el ciclo, una y otra vez.
Los abuelos manifiestan que el día de un equinoccio de primavera se deben sembrar las semillas en la tierra y las semillas de nuestros sueños en nuestros corazones, hay que detenerse un momento para respirar y sentir el calor del sol, ¿qué anhela nuestro corazón?, ¿qué sueña nuestra mente? y ¿qué sueños vamos a sembrar hoy?, preguntas que nos debemos realizar en este día para que, sembremos semillas de paz, de ilusiones en nuestro corazón, nuestra comunidad y nuestro mundo.
